Ayúdame, Señor
Yo deseo transformarme enteramente en Tu misericordia y ser así un reflejo vivo de Ti, oh Señor: que el más grande de tus atributos divinos, tu insondable misericordia, pase por mi alma y mi corazón a mi prójimo. Ayúdame, Señor, para que mis ojos sean misericordiosos, para que yo no dude nunca ni juzgue por las apariencias externas, pero que yo discierna la belleza del alma de mi prójimo…